Domingo 03 de Noviembre del 2024
Lectura diaria y Evangelio del 13 de enero del 2023. – Parroquia San José

Lectura diaria y Evangelio del 13 de enero del 2023.

Lectura del Día

De la Carta a los hebreos (Heb 4, 1-5. 11)

Hermanos: Mientras está en pie la promesa de entrar en el descanso de Dios, tengamos cuidado, no sea que alguno se quede fuera. Porque a nosotros también se nos ha anunciado este mensaje de salvación, lo mismo que a los israelitas en el desierto; pero a ellos no les sirvió de nada oírlo, porque no lo recibieron con fe. En cambio, nosotros, que hemos creído, ciertamente entraremos en aquel descanso al que se refería el Señor cuando dijo: Por eso juré en mi cólera que no entrarían en mi descanso.

Los trabajos de Dios terminaron con la creación del mundo, ya que, al hablar del séptimo día, la Escritura dice que Dios descansó de todos sus trabajos el día séptimo; y en el pasaje del que estamos hablando, afirma que no entrarían en su descanso.

Apresurémonos, pues, a entrar en ese descanso; no sea que alguno caiga en la infidelidad, como les sucedió a los israelitas.

Evangelio del Día

Del Evangelio según san Marcos (Mc 2,1-12)

Cuando Jesús volvió a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no había sitio frente a la puerta. Mientras Él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla.

Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Algunos escribas que estaban allí sentados comenzaron a pensar: “¿Por qué habla éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?”

Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo: “¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o decirle: ‘Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados – le dijo al paralítico –: Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa”.

El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: “¡Nunca habíamos visto cosa igual!”

Palabras del Santo Padre

La salud física es un don que debemos custodiar. Pero el Señor nos enseña que también debemos custodiar la salud del corazón, la salud espiritual. Hay aquí una palabra de Jesús que quizás nos ayude: «Hijo, tus pecados están perdonados». ¿Estamos acostumbrados a pensar en esta medicina del perdón de nuestros pecados, de nuestros errores? ¿Nos preguntamos si tenemos que pedirle perdón a Dios por algo? «Sí, sí, sí, en general, todos somos pecadores»; pero así la cuestión se diluye y pierde fuerza, esa fuerza de profecía que Jesús tiene cuando va a lo esencial. Hoy Jesús nos dice a cada uno de nosotros: «Quiero perdonar tus pecados». Es algo sencillo que Jesús nos enseña cuando va a lo esencial. Lo esencial es la salud, toda: la del cuerpo y la del alma. Custodiemos bien la salud del cuerpo, pero también la del alma. Y vayamos a ese Médico que puede curarnos, que puede perdonar nuestros pecados. Jesús vino para esto, dio su vida por esto. (Homilía Santa Marta del 17 de enero de 2020)

Fuente: www.vaticannews.va

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